En el 2024 las oficinas continuarán viviendo una transformación impulsada por dos tendencias principales. La primera de ellas, un enfoque a la sustentabilidad que favorezca el desempeño en el trabajo y beneficie la salud en comparación con espacios de trabajo convencionales; y la segunda, espacios que fomenten el trabajo colaborativo y sean flexibles para combinar el trabajo remoto con el presencial.
Una oficina sustentable se caracteriza por:
- Tener una buena ventilación que disminuya la concentración de dióxido de carbono y otros contaminantes en el ambiente para incentivar la concentración y evitar contagios de enfermedades.
- Aprovechar la luz natural para disminuir la huella de carbono y favorecer la productividad.
- Incluir plantas dentro de la oficina o espacios verdes internos y en azoteas para mejorar la motivación y la creatividad.
- Ofrecer mobiliario que reúna funcionalidad, comodidad y buena apariencia, como sillas con diseño ergonómico y standing desks para trabajar ocasionalmente de pie mejorando la postura y la circulación.
- Seleccionar materiales que reduzcan el ruido para disminuir las distracciones.
En cuanto al trabajo colaborativo, muchas compañías están considerando:
- Aprovechar el impacto de la tecnología móvil para sustituir los cubículos de cada empleado con áreas de trabajo flexibles que puedan utilizarse dependiendo de la tarea a desarrollar.
- Ofrecer espacios claramente diferenciados para actividades de alta colaboración, áreas medias con estaciones de trabajo y zonas de reunión, y espacios tranquilos reservados para el trabajo individual.
- Poner a disposición del talento humano espacios de descanso o áreas de convivencia para fomentar el descanso y la creatividad.
La transición de una oficina tradicional a una de la nueva generación puede implicar una transformación significativa, por ello antes de iniciar una renovación vale la pena analizar la cultura organizacional, las necesidades del talento humano y los hábitos de trabajo del equipo.